Pont d’es Jueus, situado en la frontera natural de Palma-Llucmayor (s’Arenal), de altura impresionante para encontrarse tan próximo a la playa, casi dieciocho metros, que se dicen pronto pero equivalen a un edificio de entre seis y siete pisos, con un solo “ojo”, pero de los más grandes que yo recuerde...
No resulta muy difícil desde aquí arriba y en dirección al Acuacity orientarse por las calles de s’Arenal, pues la línea férrea seguro que pasó por ellas, al menos por algunas callejas de las hoy denominadas (passage del ferrocarril).
Llegados al parque acuático, tomamos un camino-sendero que surge por la derecha hacia el sureste entre paredes que lo delimitan, esa es la línea que antaño, dejando atrás s’Arenal se dirigía hacia Santany. A pocos metros pasamos sobre el torrente de s’Algar que desemboca en el puerto deportivo de s’Arenal.
Una vez que llegamos al próximo torrente, este denominado de Son Verí lo podemos cruzar por encima y luego descender por la izquierda para contemplar el impresionante viaducto de unos 100 pasos y siete ojos y casi tan alto, sino más que el anteriormente citado es Jueus,
y que nos porta mentalmente y sin complejos, a los acueductos románicos de Segovia o Badajoz (guardando las distancias) por citar algunos, de los esparcidos por toda España.
Pasado el puente, el regreso lo hacemos por el camino de Son Verí d’abaix dirección poniente desembocando en la Urb. Son Verí y luego al coche.
No resulta muy difícil desde aquí arriba y en dirección al Acuacity orientarse por las calles de s’Arenal, pues la línea férrea seguro que pasó por ellas, al menos por algunas callejas de las hoy denominadas (passage del ferrocarril).
Llegados al parque acuático, tomamos un camino-sendero que surge por la derecha hacia el sureste entre paredes que lo delimitan, esa es la línea que antaño, dejando atrás s’Arenal se dirigía hacia Santany. A pocos metros pasamos sobre el torrente de s’Algar que desemboca en el puerto deportivo de s’Arenal.
Una vez que llegamos al próximo torrente, este denominado de Son Verí lo podemos cruzar por encima y luego descender por la izquierda para contemplar el impresionante viaducto de unos 100 pasos y siete ojos y casi tan alto, sino más que el anteriormente citado es Jueus,
y que nos porta mentalmente y sin complejos, a los acueductos románicos de Segovia o Badajoz (guardando las distancias) por citar algunos, de los esparcidos por toda España.
Pasado el puente, el regreso lo hacemos por el camino de Son Verí d’abaix dirección poniente desembocando en la Urb. Son Verí y luego al coche.
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